-¡No me mientas más!- le pidió en una súplica, pero eso no era lo que deseaba,
no deseaba saber la verdad y menos aún suplicarle.

Voy a Gritar.

Voy a gritar las mentiras,
a susurrar las verdades (inconfesables).

Hay tanta confusión.

Soy consciente de como
la banda sonora va
distorsionando el desastre,
como lo disfraza a golpes de rock&roll.

Quiero aprender a querer
del mismo modo
que lo hacen los otros mortales,
repartir a partes más iguales.

Deshacerme,
como una figura de hielo, deshacerme
de todo esto que me hizo "especial"
para ahondar en vuestra felicidad.

Pero al final...
voy a gritar
mientras me quedo callada.
Como siempre...

Escrito sobre arena.

Celebremos a la vez
por separado
que supimos fingir,

que no caminamos
juntos ni un minuto
más allá de lo necesario.

Celebremos que
mañana nos engañamos
ya hace tiempo,

yo también celebraré
que no se sabe por qué
sortilegio vi la verdad.

Recordaré
(cuando me acuerde)
aquellos versos

que un día alguien
escribió en la arena.

¡Cobardes! (No lo sabeis, pero lo sois.)

Huísteis...
¡Cobardes!

Me abandonasteis,
me quisiteis dar lecciones
y huisteis...

Ahora me quedo sola
pero no me importa
y no es cinismo,

soy el aire y la tierra,
la tierra y el aire,

lo dicen las estrellas.
Y las estrellas siempre
saben la verdad.

Huísteis...
uno a uno,
casi de dos en dos...

¡Cobardes...!

Lágrimas azules.

Te ví llorar
lágrimas azules,
o verdes,
lágrimas color turquesa.

Tú decías que
era el viento,
el viento era
quien te hacía llorar,

pero yo veía
en tu mirada
desdibujada por el llanto
que llorabas por el desierto,

por el desierto
que habías creado,
por las tierras infértiles
que habías comprado

con esfuerzo
para cultivar.
Tierras para
tu cosecha.

Tierras infértiles
que habías ganado
a pulso.

Ni siquiera
los gusanos renacían.
Habíamos
vuelto a engañarnos.

Sólo cinco...

Pero ya no importa
porque te vas,
te estás llendo,
me voy yo...


¿Y qué sentiría yo
si nos quedásemos quietos
cinco minutos más?
Sólo cinco...

Pero no importa
porque lo negaré todo
si no te vas,
o no...

(o ya lo niego,
pero no al silencio,
a él sólo a ratos)

Cinco minutos
menos, o
cinco minutos
más.

Sólo cinco...

Y si llueve saldremos a la lluvia...

Me senté allí, donde aquella vez me rescataste. Supongo que pensé que ibas a volver, que por un segundo todo iba a ser como antes, como cuando me pintaba los labios para parecer "mayor".

(Y... ¿qué narices sería ser mayor...? me pregunto ahora...)

Pero no apareciste, y me quedé allí sentada mirando pasar a la gente, formando parte de su mundo durante su paso por la plaza, siendo parte del fondo de las fotos de los turistas.

No apareciste, ¡joder!l y tuve que irme a casa. No quería porque en casa me siento tan sola entre toda esta gente...

Y tú no apareciste, pasaron algunos conocidos, amigos de amigos y eso... ¡Me entraron unas ganas de llorar...!

(No pienso decirte que al final lo hice, aunque tampoco fue porque no aparecieses... no sé... fue por todo, por el desastre general, por el cansancio acumulado, por todo lo que no sabemos cambiar...)

No volveremos a vernos y si nos vemos supongo que lo que no haremos será mirarnos... Ahora ya lo entiendo. Entonces empecé a tararear:

Y si llueve saldremos a la lluvia a lavar las minas que van acumulando mugre de palo de gallinero...Tanta mentira, tanto fingir, tanto desastre…