martes, 29 de diciembre de 2009

Casi lo olvido, es Navidad.

Me siento mal, pero no es un sentir mal espiritual. Esta vez no. Esta vez es mi cuerpo, es el resultado de comer de una forma desproporcionada. Recuerdo una vez hace no demasiado tiempo ("no demasiado" ¡qué expresión tan poco precisa! tal vez ese tipo tenga razón cuando dice que nunca voy a dedicarme a las matemáticas, pero lo que él no sabe es que desconoce los motivos...) ¿qué venía pensando antes de la primera dispersión...? ¡ah! cuando aquel médico me dijo que padecía bulimia, un tipo de bulimia menos conocido según el cual yo no vomitaba, ni desde luego estaba delgada pero era bulimia, no recuerdo muy bien todo lo que dijo hablo de ansiedad y tristeza salí bastante descontenta con el resultado de la visita. Descontenta con sus consejos que nada hacían para que yo dejara de desmayarme, que era el motivo de mi visita, los desmayos, ¡hasta me hizo la terrible sugerencia de dejar el chocolate...!
Como es lógico no volví a visitar a aquel médico que sabía tanto de mi en tan poco.

Me largué de allí y le dije a mi madre que no pensaba hacer caso a aquel viejo misterioso y le pedí que nos quedaramos en el rellano de la escalera escuchando a un vecino practicar con su piano. Esperó un poco probablemente con la esperanza de que por esta vez "la música amansara a las fieras" y acabó piediéndome que nos fuéramos.

Al final mi hermana tenía razón y tuve que ir a un médico normal a que me dijera cosas normales, a que me hiciera marcas anormales en un cuerpo a caballo entre la normalidad y la anormalidad un terrible equilibrio que no te deja ser gordo ni delgado, tonto ni listo... el perfecto equilibrio de la mediocridad...

Tengo que irme a estudiar... ¡Uy! Casi lo olvido, es Navidad.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Deshaciendo la maleta

Estaba
deshaciendo la maleta

quizá

o arrugando pensamientos
en un bar mientras

sonreí recordando una sonrisa.

Estaba
deshaciendo la maleta

muy tranquila

o entendiendo,

poniendo en el desorden orden
en el orden desorden.

Por casualidad
en la cadena suena Extremoduro,

y yo deshaciendo la maleta...

domingo, 20 de diciembre de 2009

Ruinas

En las ruinas
restos de vida,
presencia de muerte.


Un día hubo
todo lo que hoy falta.

No siempre estubimos solos.


La maleza se comió nuestro cobijo.

Culebras y ratas
descansan al sol en tu cocina.

Ruinas...


Vida y muerte.

Compañía
y soledad.

Destierro dolor
y
heridas,

cicatrices y heridas...

De todo
sólo quedan ruinas.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Y... cosas de la vida

Y... ¡¡Cosas de la vida¡¡ Me encontré como por casualidad entre la espada y la pared, entre tu aliento y el viento.

Me quisiste hacer decidir rápido- muy rápido- dijiste. -Adios- fue mi respuesta, y te quedaste como helado, como sino no me conocieses, como si todo lo que creías que pasaba por mi mente (como si todas las certezas) se hubiesen esfumado para dar paso a una falsa ilusión. Como si yo llevase meses mintiéndote.

-Muy rápido-
Yo te dije:
-Adios-

Yo no funciono así, y pensé que lo sabías... ¡qué tonta! Pero no, te quedaste helado, no supimos dar un paso atrás, así que me dí la vuelta y di un rodeo para no llegar a casa.

jueves, 10 de diciembre de 2009

-¡Déjame en paz...! ¡Dejazme ser yo!- gritó histérica.

Y cuando le dejaron ser ella se dió cuenta de que no era nadie.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Paso firme (y otras formas de esconder el Miedo)

Cruza con paso firme
las calles con paso firme.

Es su forma de esconder el miedo.

Cruza miradas desafiantes
los viandantes no desafían.

Es su forma de esconder el miedo.

Pisa los charcos
el suelo se ahoga bajo sus pies.

Silencio...

¡Dejazme solo!
suplica a ausencia y soledad.

Con paso firme cruza
con paso firme las calles.

Esconder el miedo y sus formas.

Los charcos pisa
bajo sus pies el suelo se ahoga.

Ausencia y soledad, ¡dejazme solo!

Silencio...