El futuro es una tela opaca.
Lo imagino cerca,
de espacio, de tiempo.
Lo imagino miedo;
como me hago mayor, ¡espera!
¿cómo me hago mayor?
Luego están las ganas de desaparecer,
que cuando apareces tú
son de quedarme,
de quedarme todo el tiempo aquí,
quieta
mientras me acaricias el pelo.
Luego está el sueño eterno
de ser luz entre la luz
y dejar detrás el asco y las vísceras;
las sombras y el resto de anuncios de oscuridad.
El futuro, que no existe,
me asusta.
¿qué importará mañana, si siempre es hoy?
Cierro los ojos,
respiro tu pelo
y me duermo.
Amor mío, te espero al otro lado de las palabras.