jueves, 24 de abril de 2014

Pero miran


El vaho en los cristales.
Ojos de otra época clavando alfileres en un muñeco vudú que representa mi rostro,
mis manos y mi vientre.

Tú y yo besándonos,
retozando como salvajes en el escaparate de la tienda.
Sabiéndonos vistos ,
como el niño que sabe de los reyes 
y sigue recibiendo regalos (tan desorbitados)
que resultan mágicos;
ése saber etéreo, tibio,
que se confunde con la ignorancia profunda.

Y tú
y yo
todo lengua y dientes.
Todo babas.
Y los ojos ancianos nos gritan y maldicen, pero miran.
Su verborrea me llama indecente y descarada,
pero me miran lamerte
y entre sus caderas llenas de metal pasa algo.
La vejez despierta
y nos gritan palabras de asco,

pero miran

el vaho en los cristales
con ojos de fuego.


1 comentario:

Camisetas de futbol dijo...

Buenas labios sexy, jaja.