Llovía a mares.
Salí corriendo con el libro apretado en las manos.
Salí
y ya no quedaba nada,
la lluvia había borrado tus huellas,
tapado el ruido de tus pasos.
En medio de todo y de nadie
de todos y de nada
la poesía se dehizo
borró las palabras de cada página.
Las páginas se deshicieron en mis manos.
Salí corriendo a la calle
y me quedé sin libro,
me quedé sin nada.
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