Decidí gritarte al oído.
Pensé que tenía que ser
más efectivo que seguir
susurrándote desde mi cama
cuando estás al otro lado del mundo.
(A veces pareces mi Australia,
y eso me cabrea.)
Me equivoqué
en sueños casi oías todo
lo que te susurraba
y ahora estabas enfadado y aturdido.
A veces no entiendes nada.
Susurrándote desde mi cama...
pero estás al otro lado del mundo.
2 comentarios:
...gracias...me ha conmovido...
gracias y de nada, (de nada de verdad...!!)
cómo llega últimamente tanta gente a este lugar...? dónde han puesto un indicador en el camino?
Publicar un comentario