"Miró sus manos, con los dedos torcidos por la enfermedad y los años, y masculló:
-¡Joder...! Siempre es domingo...-
La asquerosa jubilación, que antaño deseaba, le recordaba a bofetadas lo vacía que estaba su vida. Lo vacía que siempre había estado. Suspiró y le inundó la tristeza.
Su cabeza volvió a los 20 años y se quedó en el suelo hecho una bola ahogadondose de miedo"
-¡Joder...! Siempre es domingo...-
La asquerosa jubilación, que antaño deseaba, le recordaba a bofetadas lo vacía que estaba su vida. Lo vacía que siempre había estado. Suspiró y le inundó la tristeza.
Su cabeza volvió a los 20 años y se quedó en el suelo hecho una bola ahogadondose de miedo"
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