Tan agudo
que sólo los perros podían oírlo.
Perros.
Gritaban . . .
y nadie les oía.
Como aquella vez
que le dije a papá
que no podía y él no me creyó.
Sí, como aquella vez.
Él se quedó ciego
y yo sorda.
Que tampoco fue tan mal:
él no vio mi fracaso
y yo no oí sus gritos.
Aquellos niños gritaban,
mucho.
Como
.........aquella
.....................vez.
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