lunes, 12 de enero de 2009

-¿Te viene bien a las 7:15?
-¡Perfecto!

Después sincronizamos nuestos relojes de arena.
Ni así fuímos capaces de enontrarnos.

-¿...dónde estás...?- escuchaba a la voz lejana en mi cabeza.
-...perdida...

No hay comentarios: