miércoles, 28 de noviembre de 2012

Pensar en ojos azules con ojos castaños y en todo lo demás, y luego en mi. Y sonreír.

Balcones.
Los alemanes también tienen balcones.
Me lo dijo la chica del pelo corto de la 201.
Ella quería uno.
Uno.
"Hay que solicitarlo cuando se hace la reserva
y no se garantiza
Son bajo disponibilidad."
Se lo dije en mi inglés de Portugal,
y no sé como, pero creo que lo entendió.

Al final todos me entendían,
creo que era por lo de sonreír,
ya sabes mirar a los ojos,
estirar y tensar los labios y pensar en algo bonito.
A veces pensaba en ti,
pero ahora no me sirves para eso,
ni para lo contrario.
Sólo me sirves para recordar.

Me da pena ver tantos muertos en el suelo
y sobre todo
tantos moribundos.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Para Ana y Juan que, a pesar de ser nombres tan comunes, nunca han tenido representación en mi vida.

Me dices cosas preciosas.
Qué pena que no sean verdad.
O que alivio . . .
claro,
porque yo no siento eso por ti,
en verdad por nadie,
y, objetivamente
eso
es un marrón.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Dicen que el mundo se acabaría sin abejas. Yo siempre quise matarlas a todas. Pero eso no significa que siempre quisiese acabar con el mundo, ¿no?

Las esquinas de las habitaciones
sólo sirven
para camuflar el polvo
de las veces que he limpiado a medias,
eso dice mi madre,
que limpio a medias.

Que todo lo hago a medias.

Puede
que el día menos pensado
las mitades de las cosas que hice
se despierten y me coman.
Y yo...
me defenderé
a medias,
como todo hago,
que lo dice mamá.

Si yo...
lo único que quiero
es meterme en una burbuja hecha con agua sin clorar y gel de vainilla
y soñar
eternamente
que la vida de mi cabeza es posible
y que además
es mía.

lunes, 19 de noviembre de 2012

-¡Goyaaaa! 
¡Que vengas aquí ahora mismo, que te voy a matar!-

 Que pare de gritar ya,
que no voy a ir 
si desde lejos me anuncia gritos y muerte.

lunes, 12 de noviembre de 2012

El silencio llegó lleno de tesoros.

Yo sólo quería morderte la boca,
y la espalda.

Que tu piel, fuese
entre mis dientes bocado,
alimento.

Sólo quería jugar
con quien jugara conmigo,
sólo quería eso.

Pero en tu casa,
todo ese silencio trajo paz,
paz
a toda la ternura.

Y al final
sólo pude quererte.
Sólo eso.


jueves, 8 de noviembre de 2012

De como un hombre se aferra a la idea de que alguien tiene que quererle, pero...

su madre está muerta
y ya
es casi de noche.

Las paredes sudan humedad.
Y en mi habitación hace más frío
que en el jodido telesilla.

Abre las puertas
y cierra las paredes.

Al final
todos
acabamos
contra el muro,
pero ganó él.

martes, 6 de noviembre de 2012

(Todavia) Te debo un cuento.

Hay más explicaciones que motivos.
Eso
quiere decir 
que, 
al menos,
alguien miente.

Y, como eso pasa siempre,
se concluye,
a base de lógica re-forzada,
que todos mienten,

y al final,
como soy parte de todos,
que miento.

Todos como colectivo, 
al menos aquí,
luego,
es decir: después,
no soy parte de nadie, 
pero sí de todos,
porque miento.

Y por acabar con la verdad,
siendo lo anterior tan verdad como mentira,
te digo:
ahora soy
reflejo en espejos colocados en frente de espejo.
Ilusión,
por falsa.

Que debo muchos besos,
y muchos versos
y demasiados regalos.
A un J. una canción.
Y a tí
un cuento.