sábado, 4 de diciembre de 2010

Y también habrá amor propio

Te sangran las manos
de agarrarte a la vida de otro.

Tu vida dejó de servir
cuando la cambiaste por un poema.

Pero no.

Te quedaste el papel,
pero el poema era para otra.

No llores, mujer,
recuperarás la vida y el cuerpo.

Te pertenecerán carne y amor.

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