martes, 17 de mayo de 2011

Ruido

Cuando llegué,
a penas habían pasado tres horas
desde el final

y todo estaba impoluto,
no quedaban restos del desastre
ni del exceso.

Había que mirar con verdadero empeño
para encontrar algo fuera de su sitio.
Aquí no ha pasado nada.

¿De qué escapabas?
me preguntaban con la tranquilidad de un bosque
las farolas.

Del ruido.
Pero ya no quedaba ni el eco.
¿De qué escapaba?

me pregunté yo.
Del ruido...

1 comentario:

laindefensiónaprendida dijo...

¡Qué bueno! qué poemas tan bellos. Sique, que es un placer leerte. Mi blog es nuevo te agradecería tu visita y tus ideas.
Besos.