lunes, 17 de octubre de 2011

Y ganó . . .

Y ganó el amor (propio).
la timidez.

Este cuerpo que me lleva
no me pertecence.

Es un saco de forma defectuosa
lleno de úlceras, unidas llagas...

Ganaron los malvados y
los que hacía mucho que sufrían.

Se regocijan en el dolor ajeno:
No (solo) soy yo.

Tu cuerpo... (y todo late)
no me deja pensar.

Y ganó el sentido común,
la razón.

Este cuerpo que te lleva
no me pertecene.

Ni tu cuerpo ni el mío.
No tengo nada.

Palabras. Como mucho
para susurrarte

y yo (y voy)
me callo.

Mi cuerpo (y todo llueve)
no me deja avanzar.

Ningún cuerpo me pertenece.
Nada.

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