jueves, 24 de mayo de 2012

Te podría haber susurrado algo al oído para que todos pudieran oírlo, pero soy más de comunicación telepática.

Los niños gritaban.
Tan agudo
que sólo los perros podían oírlo.

Perros.

Gritaban . . .
y nadie les oía.

Como aquella vez
que le dije a papá 
que no podía y él no me creyó.
Sí, como aquella vez.

Él se quedó ciego
y yo sorda.

Que tampoco fue tan mal:
él no vio mi fracaso
y yo no oí sus gritos.

Aquellos niños gritaban,
mucho.
Como 
.........aquella 
.....................vez.

 

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