miércoles, 24 de octubre de 2012

Yo, en la ciencia es donde he hecho los mayores actos de fe, porque se podrán probar las cosas, pero sospecho, que la mayoría no llegaría a entenderlas ni en mil años, luego...: acto de fe.

O hablemos de cosas etéreas,
(o de poner los pies sobre la mesa del salón).

Y los besos, 
¿qué hay de los besos? 
Están por todas partes.

Pero no hay 
nada
tan íntimo
como un abrazo:
pecho contra pecho.
Los latidos:
orquesta.

Entonces pintamos las paredes del salón
del amarillo más ofensivo que se había visto.
Y nos reímos,
nos cansamos y jugamos a trabajar 
tirados en el suelo.

Echo de menos pintar las paredes de casa.
Eso y los domingos.


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