Estabas cerrada.
Con los ojos ahogados
en un llanto mudo.
Inerte.
Pienso en ti
desde el otro lado del espejo,
y recuerdo cómo ayer
te clavaste las uñas en el rostro
intentando
arrancar la piel:
cambiar el dolor de sitio.
Veo caminos rojizos
que atraviesan tu rostro pálido.
Veo nada.
Te veo ausente.
Desde el otro lado del espejo.
1 comentario:
Los cristales diferentes se reflejan en voces diferentes y distantes
Me perturba el otro lado del espejo, que no refleja, solo observa
Publicar un comentario