viernes, 19 de diciembre de 2014

Tan como


Las comparaciones
son odiosas.

Mis ojos son
más oscuros más pequeños másmásmás...
insignificantes anodinos
mis ojos
son
menos:
limpios dulces...
son menos,
mis ojos.

Las comparaciones son
inevitables.

Creo que en medio de paisaje deliro.
No puede haber un pájaro sobre mi cabeza.

1 comentario:

morpheus dijo...

El pájaro no está sobre mi cabeza. Está en mi cabeza, en mi cuerpo, adentro de todo. Soy la jaula de ese pájaro que canta y canta, recordando una libertad que nunca tuvo. Soy la jaula de este pájaro que arde en llamas para siempre y que, sin embargo, no muere. Soy la jaula de este pájaro que no va a saber qué hacer cuando abra mi pecho y le ofrezca el cielo. Soy la jaula de este pájaro que muy probablemente prefiera el encierro, aún al precio de su cordura.

Por si te interesa, mudé mis balbuceos ininteligibles a: https://elfenixyelfuego.wordpress.com/