martes, 17 de febrero de 2015

La espalda apoyada contra..digo...en la pared



La puerta está cerrada:
NO ENTRAR
La edad oscura,
el mensaje claro;

la niña se llama mujer
y llora,
la mujer se ve niña porque llora.
Madre e hija apoyan la espalda en la puerta, cada una
(en) una cara de la moneda, pero la puerta
no es azar.

El olor a humedad golpea paredes y rostros.

La adolescencia no puede
ser los mejores años de ninguna vida.

La niña, que es niña e hija, abre ala ventana;
el cuerpo se lanza.

1 comentario:

la voz y la palabra dijo...

¿Por qué esto no es literatura?
De cualquier manera, me gusta como escribes.