martes, 12 de mayo de 2009

En la cola del supermercado.

Tal vez fuese casualidad que de mi dulzura acabasen hablando los desconocidos, (por algo será, me decía con tono de...no sé de que... mientras me miraba distraído), son desconocidos, pero no idiotas, pensaba yo, o sí, o sólo a medias...

Siempre sabían todos más que yo, ¡qué cosas! una que no deja de ser sorprendida por su ignorancia. Hasta aquel anciano potencial con aquella pinta de prejubilado con ganas de irse a Benidorm de pantalones cortos tuvo que dar su opinión, ¡cómo si alguien le preguntase! aunque seguro que si tuviese que esperar a que alguien le preguntase se pasaría el resto de su vida en el más absoluto silencio, ¿cruel? no lo creo, pero a veces decir la verdad con un "tono inadecuado" parece grosero y seguramente lo es...

Pensaba mucho en esto y en aquello y además...

Cuando salí estaba lloviendo...

2 comentarios:

Zul dijo...

A veces decir la verdad, o lo que piensan o lo que quieran no siempre sienta bien.
Y es que, ¡cuanto nos queda por aprender...!

muá!!!

Xuvia dijo...

Eso parece...nos keda mucho por aprender y no siempre kerems, nos asusta saber, no nos gusta saber algunas cosas, pero siempre lo negamos...!!!!!!!!ya ves... asi somos o asi creo k soy!!

bsooo