Las palabras
habían vestido el silencio
con ropas viejas y desgastadas....
Mi madre tenía razón:
tendría que haber aprendido a coser,
mi abuela no tanta:
toda mujer debía saber coser.
Todos opinaron siempre
como si estuviesen dentro de las cosas,
como si todo nos concerniese a todos.
Sin embargo lo cierto no es eso,
lo habitual es que estemos solos
aunque no nos dejen en paz,
aunque nos rodeen
y nos tiren tomates o confeti.
No supe comprenderlo de aquella
ni entiendo otras cosas que pasan ahora,
no ofrezco explicaciones ni cariño,
no odio y sólo quiero en días impares.
Las palabras habían vestido el silencio
con ropas viejas y desgastadas.
Mamá tenía razón:
tendría que haber aprendido a coser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario