jueves, 18 de noviembre de 2010

Capitán

El capitán se quitó la chaqueta,
tenía la camisa mal abrochada,
y se sentó en el suelo.

Todos habían perdido.
Acababan de entederlo.

Algunos lo imitaron.
El suelo quedó casi cubierto de
cuerpos con vida y sin alma.

Otros
se echaron a llorar en silencio.

Alguno
intentó remontar,
pero no supieron cómo hacer.

Estaban todos muertos por dentro.

Y para la muerte no se sabe solución.

El capitán los miró uno por uno,
su mirada apagada por dentro
empezó a brillar de rabia y...

llanto, por consuelo sólo les quedaba
el llanto.

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