viernes, 18 de mayo de 2012

Si alguien me hubiese preguntado hubiese sido nube. Y llovería toda mi vida, hasta desaparecer.

Alguien debería matarme,
sólo pido que no duela,
o que duela menos que . . .

Que duela lo suficientemente poco
como para dejarme gritar.

No como esto
que me mata lento.
Tanto
que

las lágrimas
forman contenedores
en las cuencas de los ojos
y
se quedan atascadas,

rotas,
y rompen por dentro
más (todavía) que . . .

Deberían haberme dejado elegir.
Jamás esto.
Jamás vida.
Adiós.

Bórrales la memoria
a papá y mamá.

Adiós vida.
Adiós
muerte.

1 comentario:

Darko Wiggin dijo...

Como nube hubieras existido para bien cuando otros te miran para mal, hubieras llovido para mucha gente que desconoces y nunca hubieras sabido si pisaban tu agua contentos después, porque te hubieras dejado llevar por el viento sin mirar... igual, igual, que ahora. Llueve pero mira donde y a quien.