Te miro (a) los ojos
y son transparentes.
cierro los míos
para que cuando me miren
no me tra(n)spasen también a mí,
y (¡entonces. . .!) el miedo
se me clava en los párpados,
intenta despegar las pestañas,
abrirse paso con furia.
Y lloro sangre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario