miércoles, 13 de junio de 2012

De las veces que te conté la verdad y pensaste que mentía.

Si supieses la verdad
te parecería horrible.

Fui quien inventó el dolor
y los parches.
El horror de las piedras caídas.
El encierro.

Fui yo,
justamente yo,
quien pintó las paredes
y escapó.

La culpa y la huida.
Muros, murales.
Puertas caídas
putas caídas.

La que hace fuego
y se queja cuando todo arde.
Todo arde.

Me ardes por dentro
y sufro y lloro y mato
y nadie muere.
Sólo el amor a la locura.

Ese muere,
y yo loca,
mientras mato muero
dentro de tí muero,
ausencia.
Muero.

Mi cuerpo late,
pero es otra la Lluvia
que crea y golpea
charcos.

Yo,
(que llegué a pensar
que merecería algún cielo)
muero.


2 comentarios:

Darko Wiggin dijo...

¿Muere el amor a la locura o muere la locura al amor?

Xuvia dijo...

El amor a la locura, que es la única escapatoria de los locos, el interés q sus desequilibrios provocan en otros. Cuando a alguien le muere uno o dos locos se quedan solos . . .

Y así, pensándolo ahora, como pensamiento poco madurado, la locura al amor si estaría bien q muriera, hay q amar mucho, todo tipo de amor, fraternal sexual, propio . . . ¡pero! de una manera cuerda pq si no te pierdes, y hay pocas cosas peores q perderse, ¿no crees?